Lo primero que hay que hacer es descongelar el pulpo que tardará aproximadamente un día, así que hay que sacarlo con tiempo un día antes de cocinarlo.
Cogemos una cazuela grande y la ponemos al fuego con agua pero no le añadimos sal.
Cuando el agua rompa a hervir cogemos el pulpo por la cabeza y se “asusta”. Esto no deja de ser que hay que meter y sacar el pulpo del agua sin llegar a introducirlo hasta fondo unas tres veces. Así se queda terso y no pierde la piel durante la cocción.
Tras eso hay que cocer el pulpo durante unos 40 minutos a fuego medio. Para ir viendo cómo está de hecho es bueno pincharlo.
Por su parte las patatas o se pueden cocer con el pulpo añadiéndolas a mitad de cocinado ya que las patatas se hacen antes o bien una vez sacado el pulpo en el agua sobrante se pueden cocer durante unos 20 minutos.
Al cocerlas en el propio agua del pulpo se teñirán de un tono rosado pero si no quieres que tengan ese color con cocerlas a parte es suficiente. Siempre peladas y cocidas enteras.
Así que cuando ya están hechas tanto las patatas como el pulpo troceamos ambos y lo servimos en un plato de madera como típicamente se hace en Galicia. Si no disponemos de estos platos, un plato llano normal también nos sirve.
Es entonces cuando le añadimos un poco de sal, pimentón y aceite para terminar de emplatar uno de los mayores manjares de la gastronomía española.